viernes, 27 de febrero de 2015

Vyctoria Letal – Mario Patiño, ” Sin miedo a lo diferente”

¿QUIÉN ES VYCTORIA LETAL?


Vyctoria Letal - Mario Patiño - Héctor Hugo Victoria Vargas Payán.6
Vyctoria Letal – Mario Patiño Fotografìa- Héctor Hugo Victoria Vargas Payán.6
Victoria Letal es una persona de dos espíritus nacida en la noche de las lunas rojas, en Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México. Nació en el mes de la primavera, en mayo del 77. La regenta el poder de los gemelos (GEMINI) con la audacia de lo que ello significa, aunque está fuertemente signada por la BALANZA y la nobleza del TORO.

La noche de su nacimiento se predijo por un leve sismo en Ciudad Nezahualcóyotl. Esto en el orden de las predicciones de las otras personas dos espíritus que nacieron un poco antes o un poco después o que siguen naciendo para la gran revolución cósmico diversa de la alteridad que se proyecta para después del siglo XXII en las calendas de la magia y del amor. De ahí que su obra sea clave para la comprensión de las fuerzas amorosas de la magia blanca y la magia negra.

Vyctoria Letal - Mario Patiño - Héctor Hugo Victoria Vargas Payán.5
Vyctoria Letal – Mario Patiño fotografìa- Héctor Hugo Victoria Vargas Payán.5

Se dice, en el reino de los gnomas y gnomos dos espíritus, de donde procede y a donde pertenece la dos espíritus que escribe, que la Letal viene de un lugar donde la Soledad (la buena y bella Soledad) se viste de gala para asistir todos los días a las ferias vegetales de los bosques y las junglas, en medio de una grandiosa celebración de luz y sombras. De ahí que el brillo de las hadas le haya sido concedido a Victoria Letal desde su concepción hasta hoy.

Vycktorya Letal ha emergido en el cuerpo y la psiqué de Héctor Hugo Vargas Payán, de ahí que se ha camuflado como una drag-queen-transformista-queer, para lo cual se ha formado como actor en talleres y grupos de teatro desde los 12 años, activista en el movimiento LGBTTTI y de lucha contra el sida desde 1997. Actualmente es integrante de Colectivo Sol, A.C.
Posee los poderes de las grutas y las suavidades de las sedas. Arrulla aullodoramente las noches en empedernidos cabarets donde la ropa es lo de más y lo de menos.

Vyctoria Letal - Mario Patiño - Héctor Hugo Victoria Vargas Payán.1
Vyctoria Letal – Fotografìa: Mario Patiño – Héctor Hugo Victoria Vargas Payán. 1

En el año 2002, adopta el nombre de Vycktorya Letal, en la compañía de performance “Las Enmascaradas $in Plata”, y a la vez formando parte de Altarte, A.C., en el montaje teatral “Balada para una Muñeca Rota” por Omar Feliciano /Franka Polari, participando como Drag-queen, actor y transformista.
Entre otros eventos de su trayectoria se cuentan: Altarte, el Festival Internacional por la Diversidad Sexual (antes Semana Cultural Lésbica Gay). Se ha unido al colectivo Burlesquimeras, Institutrices de Belleza Universal, como performer de burlesque, participando en festivales como el Festival Bataclán Internacional.
Actualmente es integrante del Kabaret Kaput, la Kamerata Kaput y Post Kaput, proyecto multidisciplinario en el que participa como cantante.
Gracias maga de dos cuerpos y dos sombras por el don de la experiencia estética que nos regalas. Un homenaje más que merecido a tus personas.
Yecid Calderón. 2015.

Vyctoria Letal - Mario Patiño - Héctor Hugo Victoria Vargas Payán.2
Vyctoria Letal – Fotografía: Mario Patiño – Héctor Hugo Victoria Vargas Payán. 2

Vyctoria Letal - Mario Patiño - Héctor Hugo Victoria Vargas Payán.8
Vyctoria Letal – Fotografía: Mario Patiño – Héctor Hugo Victoria Vargas Payán.8

Lukas Avendaño - "Porque no haga falta escribir lo que falta."

Porque no haga falta escribir lo que falta 

Lukas Avendaño.

Lukas Avendaño, Perofrmance artist. Mario Patiño Fotògrafo.1
Lukas Avendaño, Perofrmance artist. Mario Patiño Fotògrafo.1

Me hacen faltas las almas arrancadas con fuego por el catolicismo del siglo XVI.
Me faltan las palabras balbuceadas por la boca desdentada de mi bisabuela que la selló para que no se aprendiera la lengua de los “malditos indios”, la lengua de los “indios paganos”.
Me falta acariciar tus manos con la piel pegada a tus huesos nana.
Me falta su mirada saliendo desde la profundidad de sus cuencas en su cara cadavérica.
Me hace falta alimentarte por tus días de ayunos.
Me hace falta descansarte por los días de trabajo de sol a sol de luna a luna.
Me hace falta poner sebo en tus pies de india patarrajada.
Me hace falta peinar tus cabellos de india piojosa.
Me hace falta poner un caracol en tus oídos de vieja sorda.

Poner amaneceres en tu boca de india tartamuda, lavar tu enredo en aguas dulces de india zarrapastrosa, besar tu espalda de india mula, entibiar tu vientre de “india que se preña como perra,” que “carga como mula,” ignorante ante la “sabiduría del dios verdadero”, “burra” para los que fueron a la escuela.
Lukas Avendaño, Perofrmance artist. Mario Patiño Fotògrafo.2
Lukas Avendaño, Perofrmance artist. Mario Patiño Fotògrafo.2

Me hace tanta falta escuchar tu corazón y el de la tierra.
Me hace falta respirar el copal que pasa por mis pies, la hierba machacada entre tus manso, la cera fundida interpretando el miedo, el coraje, el mezcal escupido en fuego y tus dedos surcando mis músculos hasta tocar mis huesos.
Me hace falta cobijarte en flores que te saquen el calor guardado por todo el tiempo de la tierra caliente, que las espinas dejaron en tus secas patas.
El calor dejado en las rodillas por cientos de soles hincada frente al metate, el calor del cinturón, fuete, mecate, palos y del machete que marcaron tu espalda, de las manos que sellaron tu boca, la cuerda que te corta el resuello, el mojado trapo ahogando tu garganta.
Me hace falta mojarte con miel el comal al rojo vivo en el que se convirtió tu estomago.
Me hace falta ponerte tunas maduros para humedecer tus ojos
Hace tanta falta que ninguna viva lo que por hoy me hace falta, para que nunca falte mas, ninguna, ninguno.

Lukas Avendaño, 2014.

Lukas Avendaño, Perofrmance artist. Mario Patiño Fotògrafo.3
Lukas Avendaño, Perofrmance artist. Mario Patiño Fotògrafo.3

Lukas Avendaño, Perofrmance artist. Mario Patiño Fotògrafo.4
Lukas Avendaño, Perofrmance artist. Mario Patiño Fotògrafo.4




jueves, 26 de febrero de 2015

Momo Ulise Mondragón - Mario Patiño

fotografía por Mario Patiño 
modelo Momo Ulises Mondragón
texto por Genoveva Varas de Valdéz
Momo Ulises Mondragón, Fotografìa: Mario Patiño
Momo Ulises Mondragón, Fotografìa: Mario Patiño
Parece filosa, como la punta de una flecha o una lanza, suave se desliza  la punta de flecha por mis labios, rojo, todo lo que la filosa punta toca se vuelve rojo.  El filo de la lanza se arrastra de abajo hacia arriba, aprieto con fuerza los labios, el color se esparce y toda la boca enrojece. La desnudez de mi rostro esconde un territorio, cicatrices que se vuelven surcos, espinillas que brotan como montañas, poros abiertos, grietas resaltan mis ojos. Con un espeso líquido que simula el color de mi piel-tierra, voy vistiendo mi cara,  al frotar  el líquido contra la piel desnuda el territorio se derrumba, se derriban las montañas,  toda la complejidad de surcos-cicatrices, de grietas y líneas, de poros abiertos, de paisajes, se aplanan.  Me miro al espejo, la desnudez de mi rostro me persigue, me parece insoportable. Golpeo con un pedazo de tela el maquillaje, el rubor en mis mejillas vuelven a mi cara más tolerable. Me tiño el cabello, coloreo mis párpados, tenso mis pestañas, así con cada uno de estos movimientos voy tapando intolerables vergüenzas, vistiendo pieles desnudas. ¿Para qué arrastrar un punta de flecha sobre mis labios, deshacer el paisaje de mi rostro, vestir mi desnuda cara?  Para desear, para ser deseadx.
Momo Ulises Mondragón, Fotografìa: Mario Patiño 1
Momo Ulises Mondragón, Fotografìa: Mario Patiño 1

   Colorear el rostro es una estrategia para hacer surgir al deseo. Ese maquillado deseo es  un vasallo fiel, un esclavo obediente a los regímenes fascista de belleza, un servil lacayo a las aspiraciones raciales. Un deseo obturado que no nos permite explotar todas las potencias de nuestros cuerpos, un deseo maquillado de deseo. Es nuestra labor política, nuestra trabajo como soldados de deseo, crear uno diferente, uno sin colores: un deseo negro. Mario Patiño (el fotógrafo) y Momo Ulises Mondragón (modelo) a través de la fotografía buscan crearlo.
    Su ejercicio fotográfico está plagado de símbolos que representan la belleza y el deseo, pero no uno colorido, un deseo negro, monstruoso, crítico, disidente; con afroditas distorsionados, macho-hembra cabríxs, con caras vestidas pero de manera enigmática, con mayahueles travestidas. Un esfuerzo artístico en comenzar a crear nuevas referencias, en hacer imágenes contravisuales, que cuestionan la norma y aquello que nos resulta atractivo.

    Tensar las cuerdas vocales y serpentear la lengua, con el objetivo de retorcer las historias, de deformar los mitos, como ese reflejo manchado que vemos del nacimiento de Venus. Pero la diosa en las imágenes de Patiño, no nace cuando los testículos de Urano son tirados al mar, probablemente ella nace de algún charco del Distrito Federal. No surge de una concha marina; se entrelazan las pajas, se enmarañan las ramas, los alambres, las espinas, de eso emerge la diosa. No hay brisa marina que meza suave su pelo, hay polvo que ensucia la piel. No resplandece virginidad, ni vomita pureza.  Casi imperceptible su mirada a la mirada, sus ojos cargados de sombrío misterio, de perdido éxtasis en profundos y someros infinitos. La desnudez revestida en cuero, en transparentes medias, en tacones. No hay resplandeciente rubio, hay pelucas negras. Si hay una venus que pudiera nacer es Venus Ericina, diosa del amor impuro y la prostitución. La belleza, venus, es madre del deseo, eros; en las fotografías de Mario presenciamos el nacimiento de otra belleza que parirá otros deseos. Otro mito que vemos es el macho cabrío, que pudiera ser Pan, Baphomet. Pan es representación de la sexualidad masculina que se desborda. Pero en las imágenes que vemos esa hipermasculinidad se pone en cuestión, con las faldas que porta Momo, con sus medias, con el tacón cuya punta agujerea la hombría, en esos intersticios la mariconería, la feminidad disidente, lx trans se filtran.

Momo Ulises Mondragón, Fotografìa: Mario Patiño 2
Momo Ulises Mondragón, Fotografìa: Mario Patiño 2
    Se abren las comisuras de los labios, va surgiendo de ella, saliendo lentamente la lengua, devorar, engullir un falo, lamerlo con gozo,  llenar de baba la punta, después descubro mi boca espinada. El dolor de un azote, la satisfacción de un golpe, regocijarse de una nalgada, el tenso cuero aprieta la carne como queriendo extirpar de ahí el deseo, exprimirlo, hacerlo brotar. Ya no escribo más dolor, ahora al ver la palabra sólo leo deseo.  Susurros a la muerte, el contraste de lo industrial, de lo geométrico de las estructuras con la sinuosa carne. Las imágenes contienen todos estos juegos del dolor y el placer, de jugar con la muerte pero referirse a la vida, de lo industrial con la naturaleza, de masculinidad con la feminidad: son tensiones. Desear es ese movimiento de lo uno que busca lo otro, lo busca porque lo posee, sino, no podría querer buscarlo; al mismo tiempo no lo tiene. Desear como las fotografías de Mario Patiño es la tensión entre lo uno y lo otro, entre aquello que se tiene y al mismo tiempo no.
Momo Ulises Mondragón, Fotografìa: Mario Patiño3
Momo Ulises Mondragón, Fotografìa: Mario Patiño 3

    Pero, regresando al principio, insisto que nuestro deseo no es el del hipócrita maquillaje que dicta el deber ser de un rostro, del falso tinte que arrebata el color del cabello, es  el deseo negro. Un deseo de cuerpos diferentes desproporcionados, desfigurados. Un deseo no claro, espeso, lleno de contrastes. Ese deseo desafiante de la carne, de los nervios, ese que encuentra el dolor placentero. Ese deseo que encuentra la locura de la atracción en lo repulsivo. El deseo que le susurra a la muerte y que nace de nuevo de sus escombros. El deseo de figuras confusas de machos travestidos, de diosas desfiguras, de divinidad terrena.  El profundo deseo de la embriaguez en lo radicalmente otro.  El deseo de desnudar la piel desnuda. De desollar la cuerpos para revestirlos cuero. No es un deseo de blanquitud, de devenir blanco, todo lo contrario de negritud, de una obscuridad que resplandece. Es querer habitar en lo denso de la noche, pero desde la iluminada luna.  El deseo negro. Contrario a la norma que excluye a los cuerpos, esto los suma, va haciendo una masa de corporalidades donde una se funda con la otra, donde se pierden. El deseo que carga con la fuerza de un azote, con el impacto de una nalgada. Un deseo que nos multiplica, que nos embriaga y enloquece.


Momo Ulises Mondragón, Fotografìa: Mario Patiño 4
Momo Ulises Mondragón, Fotografìa: Mario Patiño 4
Momo Ulises Mondragón, Fotografìa: Mario Patiño 5
Momo Ulises Mondragón, Fotografìa: Mario Patiño 5

sábado, 21 de febrero de 2015

Lukas Avendaño - La manda- No soy persona, soy mariposa

Lukas Avendaño, Contemporary Performance Artist. Arte de acción, Mèxico: "La manda: no soy persona soy mariposa".

Negación y utopía, 1a. muestra Nacional de Performance, Ex Teresa Arte Actual.

Fotografìas de Oliver Ludwing.

 México, 7 Nov. 2013 (Notimex).- Con una reflexión sobre la feminidad en relación con el catolicismo, la discriminación, el racismo y las identidades periféricas, soportada en “La manda”, pieza de Lukas Avendaño, continúa esta noche Negación y utopía, Primera muestra Nacional de Performance, en el Ex Teresa Arte Actual, de esta ciudad.

La representación apelará al público por medio de un recorrido a través de la memoria personal, colectiva e histórica, de carácter precolombino, concentrados estos en el muuxhe, códice escrito en piel de venado, señaló el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

Este símbolo representará una identidad con el poder suficiente para mutar y transformarse y, sobre el acto, este códice será la piel del artista con la que buscará empatar la memoria con el presente “para recordar que hay un herida” que “si la rascas sangra de nuevo porque sigue abierta y gangrenada”.
Para Avendaño, “La manda” es una síntesis del proceso de evangelización en su cuerpo, mismo que no puede asumir desde un rol femenino debido a que no ha “podido escapar a la mirada de la iglesia” que lo sentenció como “indio sodomita”.


Durante su acto, comentó, buscará que el público pueda contemplar vivas y dignas a la memoria y a la historia de una cultura pese al opuesto proceso de evangelización que forjo la identidad mexicana.
En la concepción del oaxaqueño, el arte es un recordatorio de que la combinación del cuerpo, la palabra, los sentidos y las emociones se convierte en una plataforma por la cual es posible externar su cosmovisión.

 Ver el video de: La manda (no soy persona soy mariposa)

viernes, 20 de febrero de 2015

Lukas Avendaño - Tehuano Transloca-l



Lukas Avendaño Tehuano Trans-loca-l.

LAURA DEL AMOR A…

Otro performer a quién he dado seguimiento desde hace una década, y que me emociona profundamente es LUKAS, por ello presento una ponencia suya en el Congreso Internacional Cuerpo Descifrado este 30 de octubre y fue mi tema de estudio al lado de Alexis Rosalba Ponce en la estancia de investigación posdoctoral en el grupo Cos i Textualitat de la UABarcelona en el 2013 Y ¿cómo le conozco?
Pues bien dentro del proyecto mediante el que rastreo jóvenes valores en artes visuales por una década en Monterrey, Oaxaca, Veracruz, Morelia, Colima y Yucatán y en especial del performance y discursos en los que el cuerpo es el soporte conocí la performance de Lukas titulada “El Corral” que presentara en el Jardín de Esculturas en Xalapa, Ver. 2003, en su primera versión, y me cimbró tanto por lo que de intención transmite, así como su fuerza y contundencia implícitas, sumada a su cualidad estética de Danza Butoh que he dado seguimiento a su trayectoria; la que destaca por fusionar la danza con la poesía, o la literatura y las tradiciones culturales de su entidad: Oaxaca y en específico de los zapotecos del Istmo de Tehuantepec. Desarrollo:
Lukas con la piel totalmente cubierta de blanco y permanece de pie de 10 de la mañana a 6 de la tarde en la instalación ex- profeso de un metro cuadrado, construida con bambú y rodeada por alambres de púas sobre algunos de los cuales hay mechones de su cabello que se corta y permanece ahí hasta que a alguien decide cortar el alambre al constatar el desgaste físico de que ha sido objeto y que se ha rasgado la piel y herido con las púas al moverse al interior del espacio por cansancio físico mismo, esta instalación remite “al espacio que los soldados norteamericanos utilizaban para encerrar a presos en la Guerra de Vietnam de 1958 a 1971”. No bebe agua, ni come en tanto y mantiene los ojos cerrados. Profundo trabajo de introspección. .”El cabello simboliza la materia orgánica más resistente al entierro o vestigio del paso de migrantes ilegales en su cruce hacia Estados Unidos de por la frontera”.
La instalación se acompaña de tarjetas de papel que calendarizan las Intervenciones militares, operaciones encubiertas, asesoría en golpes de estado y consejos militares-guerra, con fecha y lugar, los cuales suman 73, después de la segunda intervención a Panamá en 1989.
El corral es un manifiesto tácito y expreso “que denuncia la guerra, los campos de concentración, las fronteras, los corrales, los desencuentros, los separos, las cárceles, la contención de los cuerpos, la infelicidad y con ello la vida misma”.
Permítanme presentarles a Lukas:
Nació en Oaxaca en el Istmo de Tehuantepec, en septiembre de 1977, el primero de sus cinco hermanos en estudiar una licenciatura: y estudiar danza por 5 semestres y 2 de la Especialidad en Creación Dancística. Es Muxe.
Tras conocer el Manifiesto “Hablo por mi diferencia”, del chileno Pedro Lemebel, asume su ser Muxe, como postura política, ética y filosófica. Vive esa condición como una trasgresión, una disidencia, y comprende que todas las adjudicaciones, prohibiciones, restricciones, castigos, calificativos, contenciones, etc., ya han sido para él justificados, entendidos y comprendidos. Al asumir esos agravios en su persona son actos injustos e inhumanos, por su condición sexual, y es que decide evidenciarlos como tales:
“Nunca pensé que para otros contextos lo que yo hacía cotidianamente en mis juegos tuviera sanción; o fuera considerado anormal jugar con muñecas, maquillarse, jugar a la casita y ser la mamá, o asumir roles femeninos en el juego”.
Desde el punto de vista del género puedo decir que por circunstancias de la vida nací hombre biológico, pero emocionalmente y en cuanto a mis roles de género tengo en temporadas preferencias por los roles femeninos y en otras por los roles masculinos”.
Lukas afirma que el primer espacio para ejercer la libertad es uno mismo: el propio cuerpo: cuerpo-contenido. “Hay que asumir lo que eres, reconocerlo, tener confianza en el cuerpo biológico ante el cuerpo social y el políticamente construido “(…) refiere que se cuentan tres tipos de cuerpo:
“El primero es el cuerpo biológico que tiene las mismas necesidades físicas/biológicas que la de cualquier mamífero, cuadrúpedo, etc., es decir después de nacer, comer, cubrirse del frío, tener calor, sed, (…), se aparea, se reproduce, envejece, muere, entre otros. En éste se ubica la memoria (…) concebida como los dispositivos que vienen incluidos en nuestro código genético, es decir: el instinto. Al desnudarse completamente y pararse frente a un espejo, de preferencia de cuerpo completo, se refleja, te refleja y le puedes explorar, tocar, o acariciar.
El cuerpo socialmente construido se adquiere poco a poco después del nacimiento, su proceso es el siguiente: “Al vestir tu cuerpo con lo que comúnmente sueles hacerlo, para ir al trabajo, a la escuela, para salir a correr, para hacer el amor, etc., al pedir opinión de alguien que no te conozca, pero que te diga lo que piensa en función de los ornamentos reales, o simbólicos colocados en tu cuerpo, sumado bien sea a tus hábitos de los que tomas conciencia, o cuando cambias de contexto socio cultural.”.
“Éste se inserta en lo que se entiende como memoria étnica: aquella que asegura la reproducción de los comportamientos en las sociedades humanas.”
Y por ultimo esta el cuerpo políticamente construido, “el que se encargan de forjar los medios de comunicación masiva, quiero decir, se anuncia un prototipo de cuerpo femenino, o masculino y en función de eso la cultura popular se desvive en una loca carrera por alcanzarlo y adquirir el estatus o prestigio, sin considerar que lo que se alcanza es una extrema contención del cuerpo, quiero decir un cuerpo sometido a una violencia extrema, químicos, zapatos, dietas, ropa... que los termina despojando de la memoria étnica, para ser de ellos solo meros consumidores sin cuerpo”.
Sus acciones las considera instalación para cuerpo humano y en ellas, “despojo al cuerpo biológico, del cuerpo políticamente construido, y el que al adquirir ciertos elementos en el vestuario o el maquillaje, se connota en un cuerpo socialmente construido, el cual busca que el espectador, si no se reconoce, cuando menos se niegue en el cuerpo del ejecutante: esto como una relación dialéctica, donde el espectador es la tesis que afirma y donde el ejecutante es la antítesis: el que niega al espectador como identidad. Al final de la intervención hay una síntesis donde espectador/ejecutante valida el uno al otro su existencia cuando se encuentran de frente y constatan que son ambas caras de la moneda y por ende uno espejo del otro, o el reflejo de sí mismo”.
A continuación una performance o acción que alude a la muxeidad y a las costumbres patronales de los zapotecos del Istmo en Oaxaca; en específico de Las Velas.
Réquiem para un Alcaraván: Danza de cámara integrada por cinco piezas que se suceden cronológicamente, y que evocan los ritos y los usos y costumbres zapotecas en éstas, en ella Lukas se plantea: “el ejercicio de la autonomía desde el cuerpo biológico, social-cultural, cuando éste se torna en el espacio físico que evidencia las contradicciones sociales, políticas y temporales”.
TOME NOTA
LA BODA: Ataviado con un ajuar de novia tradicional zapoteca, Lukas se coloca sentado en el centro del espacio y con el dedo medio de su mano derecha penetra y deshoja varias rosas y coloca los pétalos que caen al interior de un jicapeixtle. En esta danza ritual, Lukas-novia-muxhe se venda los ojos y elije entre el público a un hombre para bailar un vals tradicional en el que se detiene para expresar un mensaje.
LA MAYORDOMA: Lukas Ofrenda flores y frutas al santo o virgen simbolizadas con la hoja con la que ejecuta la danza. La catarsis el afloramiento de todos los sentimientos guardados, reclamos, confesiones, peticiones o declaraciones.
LA CAPITANA: Se desplaza a todo lo largo del espacio, como fiel evocación del recorrido que hacen las mujeres zapotecas cargando un estandarte con la imagen o las iniciales del santo o virgen que se festeja.
EL BERELELE (alcaravana) Burhinus oedicnemus
Representa al berelele con un aleteo que refleja el vuelo del ave y el encuentro erótico de éste con su pareja: el apareamiento, desplazamiento y muerte.
En esta parte de la danza, se escucha al muxhe decir:
"Juego a que soy grande,
juego a que soy mi mamá y mi papá es mi esposo
juego a cuidar y regañar a mis hermanitos
juego a que soy mi abuelita, regaño a todos…
pero con estos juegos me apuro tanto que ya no sé jugar, o si juego de veras y me divierto, siento que me porto mal y mejor me regreso a mi casa a lavar los trastes y a cuidar a los más chiquitos." (Texto original de Emilio Carballido)
EL LUTO: Última pieza, donde Lukas pide a la usanza del rosario católico, por el desagravio de l@s otr@s“. Al final la petición se convierte en reclamo.
Lukas afirma “Nosotros existimos por la existencia del otro, o la otra. Y ¿quiénes son los otros y las otras?… Sin ell@s casi desaparecemos”. Esta afirmación adjudica la existencia al reconocimiento que de uno mismo tiene el otro, o sea el ser socialmente construido, o la identidad como construcción social.
En fecha reciente, Lukas presentó en el MAK: Center for Art and Architecture at the Schindler House, Los Angeles, California la pieza Cake and Eatit ahí reafirma:
“I”m not a man, I”m not a native, I”m not a woman, I”m not a lady… I”m a Butterfly (…) Esto es, como mariposa no soy sujeto ilegal y cuento con una connotación libre de tránsito y desplazamiento en territorios de diversos países, lo que evidencia que las fronteras contienen cuerpos, y --en cambio-- en mi calidad de mariposa busco traspasar dichas contenciones , promuevo la anulación de las fronteras políticas, económicas, culturales, ideológicas… en miras de que las fronteras como sitios de separación, distanciamiento, y prohibición… debemos convertirlas en lugares de encuentro e intercambio”. Lukas afirma que “a un muxe en Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, se le llama Mariposón y que “biguidirela” quiere decir mariposa de carne o murciélago, y que no hay sanción para los Muxes, ni estigma, lo que posiciona simbólicamente a la Región”. Es curioso que asu última acción realizada en Los Ángeles, California la intitule “no soy ciudadano Soy Mariposa”, en relación a la brevedad y efímero de su vida y a que éstas migran traspasando fronteras y ahí permanecen en el espacio geográfico que eligen sin recibir agresiones por ello .
De carácter identitario de rasgo social: relativo a la condición de los migrantes cuenta con otra acción. Es el primero de su familia que viaja con pasaporte y visa y de manera legal, lo que es un empoderamiento, ante la comunidad a la que arriba.
Lukas comparte su residencia entre Estados Unidos y México y de manera continua presenta acciones, ofrece talleres, promueve el respeto a lo que de otr@ hay en uno y la sensibilización acerca de la condición del migrante y sus derechos, así como de la riqueza propia de los zapotecos del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, que está viva. Fuente: www.noticiasnet.mx



Lukas Avendaño Performance Artist - Mario Patiño Fotografìa
Lukas Avendaño Performance artist. Mario Patiño Fotografìa. Honorable casa del Estudiante, 2014. Mèxico D.F.
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Lukas Avendaño Performance artist. Mario Patiño Fotografìa. Honorable casa del Estudiante, 2014. Mèxico D.F.

Lukas Avendaño Performance Artist - Mario Patiño Fotografìa
Lukas Avendaño Performance artist. Mario Patiño Fotografìa. Honorable casa del Estudiante, 2014. Mèxico D.F.

Lukas Avendaño Performance artist. Mario Patiño Fotografìa. Honorable casa del Estudiante, 2014. Mèxico D.F.

Lukas Avendaño Performance Artist - Mario Patiño Fotografìa
Lukas Avendaño Performance artist. Mario Patiño Fotografìa. Honorable casa del Estudiante, 2014. Mèxico D.F.

Lukas Avendaño Performance artist. Mario Patiño Fotografìa. Honorable casa del Estudiante, 2014. Mèxico D.F.

Lukas Avendaño Performance Artist - Mario Patiño Fotografìa
Lukas Avendaño Performance artist. Mario Patiño Fotografìa. Honorable casa del Estudiante, 2014. Mèxico D.F.







domingo, 15 de febrero de 2015

Lukas Avendaño

Contemporary Performance Artist. Arte de Acción México.

Foto performance: Sin miedo a lo Diferente
Fotografía: Mario Patiño Sánchez

Honorable Casa del Estudiante, México. D.F. 2014

Lukas Avendaño Performer. Fotografía : Mario Patiño S.



Lukas Avendaño Performer. Fotografía : Mario Patiño S


Lukas Avendaño Performer. Fotografía : Mario Patiño S



 
 Lukas Avendaño Performer. Fotografía : Mario Patiño S








miércoles, 11 de febrero de 2015

Lukas Avendaño, Muxhe Performance artist

lukas
POR JUAN HERNÁNDEZ 
A Lukas Avendaño se le puede pensar como actor, bailarín, performancero, o todo eso al mismo tiempo. Difícil de clasificar el producto de su ser escénico, porque no se guía por las normas rígidas de las disciplinas artísticas, y eso lo convierte en un creador genuino y único.
Quizá se deba a la defensa de la libertad para crear lo que le viene en gana, que Avendaño es un artista poco conocido. Marginal, como quien dice. Pero eso no le resta importancia a su quehacer, todo lo contrario, lo potencia.
Recientemente pudimos ser parte de una de sus propuestas artísticas: Réquiem para un alcaraván, en la Casa del Lago Juan José Arreola, en el Bosque de Chapultepec. Y digo “ser parte” porque los espectadores no son ajenos al fenómeno escénico generado por el histrión, bailarín y provocador escénico; el público es esencial en el hecho: es el invitado sin el cual los rituales, que recuperan la tradición istmeña, re-significados a partir de una propuesta contemporánea y universal, se realizan.
En Réquiem para un alcaraván el artista creador y protagonista del suceso escénico se presenta rodeado de un aura particular: la del muxhe que seduce y, como la mítica Medusa, convierte en piedra a quienes lo miran directo a los ojos brillantes y enrojecidos.
La muxheidad, como llama Avendaño a la cultura producida por los muxhes istmeños, es una forma única de vida, que no puede ser interpretada desde ojos ajenos, sino apenas contemplada como algo que existe: la otredad en la inconmensurable manera de vivir de los humanos.
El morbo, tal vez, de ver a un muxhe artista, es lo que atrae a cierto público a mirar de cerca a Lukas Avendaño. La curiosidad de “lo otro” que resulta exótico y llamativo y, porqué no decirlo, hasta folclórico, es la que en este caso lleva al público a un lugar fuera del tiempo y el espacio profanos.
Avendaño asume el riesgo que su propuesta artística e identidad implica. Sin embargo, ése es el anzuelo. Una vez en su reino el artista se encarga de acabar con los prejuicios: su arte no es folclor aunque use ropas de tehuana, estandartes de procesiones católicas y listones de colores, o que la música sea la tradicional oaxaqueña (Medio XhingaDiana tradicional istmeñaBitopa zuu`doGube IICarreta GuieFandango tehuanoBerelele y Marcha fúnebre).

La obra de Lukas no es entretenimiento para turistas. Es una pieza fuerte, que en su desarrollo desborda una energía vital. La estructura dramática es trágica, dolorosa, pero también es un ritual de vindicación de los sueños que han sido truncados por los autoritarismos y la violencia frente a lo que resulta incomprensible.

En Réquiem para un alcaraván Avendaño proyecta imágenes del filme Que viva México (1931), de Serguéi Eisenstein, en el que aparecen escenas de los zapotecas en sus fiestas. La cultura indígena re-significada por el cine, convertida en materia del arte occidental moderno por excelencia. Los fragmentos de la cinta se convierten en uno de los telones contextuales del fenómeno escénico que, en vivo, Avendaño realiza.

El artista escénico como intérprete maneja una energía poderosa, atemorizante y provocadora. Se mueve como ave, como jaguar, como la novia virginal etérea y como la fiera herida que, frente a la tragedia, lame sus heridas con la mirada enrarecida. Su voz lanza improperios. Es una voz gruesa que sale de su entraña para expresar ya sea su dolor o su alegría.

El trabajo de Lukas es producto de una sensibilidad artística notable, pero también del intelecto que se ha pulido a través del estudio de la política, la ética, la filosofía y la literatura. El pensamiento del artista tiene como referente al recién fallecido literato chileno Pedro Lemebel, de quien ha tomado el manifiesto Hablo por mi diferencia para presentarse como muxhe ante el mundo.

Réquiem para un alcaraván es una obra entrañable, producto de un arte que no requiere clasificación sino ser disfrutado. Un trabajo que apunta a tocar la sensibilidad de las personas, a través de rituales istmeños que, en su contexto original, fueron hechos para mujeres tehuanas, pero que Avendaño transgrede para dejar que, al menos en la ficción y no menos verdad de la escena, sean la realización de los sueños de generaciones de muxhes.

Esta obra “es un ritual de desagravio a los putos del mundo”, dice Lukas después de la función. Nosotros diríamos que es un ritual de liberación del hombre de las verdades únicas. Una liberación, pues, del deseo.


*Réquiem para un alcaraván, creación e interpretación de Lukas Avendaño, con los músicos Abraham Rasgado González y Amador Romero, vestuario de Irene Martínez, Mary Cristóbal, Wendy San Blas, Gilberto Martínez y José Ángel Gallegos, estandarte de Mariano Toledo, se presentó en La Casa del Lago del Bosque de Chapultepec el 31 de enero y el 1 de febrero.
*Fotografía: El performancero muxhe Lukas Avendaño apuesta por una resignificación de la cultura indígena y la otredad / Crédito: Eduardo Loza/Casa del Lago

miércoles, 4 de febrero de 2015

Lukas Avendaño Performer