Muxe, Muxhe Contemporary Performance artist: Lukas Avendaño 

“No soy persona, soy mariposa”, Pachuca, Hgo. México 2015.

Adaptación del texto original “Pensamiento Puñal” de Felipe Osornio, Lechedevirgen Trimegisto

 

Lukas Avendaño, Contemporary Muxe, Muxhe Performance Artist,1

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“Ser Mariposa”, por Yunuen Díaz.

“Penacho maya, tapa rabo ornamental donde los pliegues caen en cascada alargando el sexo, zapatillas rojas como pedestales para el muxe cósmico que agita sus brazos en un eco de la Macorina: “ponme tu mano aquí”. Nalgas bronceadas, un repique perfecto sobre el suelo, acústico retumbar de una danza profana, preludio al apareamiento del tacón con el suelo, la aureola luminosa como una crisálida que circunda el cuerpo del bailarín: desnudez armada de palabras.

Illud tempus sobre el escenario, Lukas como una madona exótica, venusina y fálica a un mismo tiempo, se nos aparece como diosa oaxaqueña encarnando el manifiesto polimorfo, hipersexual y revolucionario. Su danza es una seducción abrasiva, una ondulación erógena: “No soy persona. Soy mariposa”.

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“Queer zapoteco, el orgullo parade empoderado, mirada de nahual. No la fábula de la identidad, sino la puesta en evidencia de su falsedad; no la esencia, sino el artilugio, la apariencia misma como un arma, la piel como destino y opulencia. Beatriz Preciado escribe “no creo en la violencia de género, el género en sí mismo, produce la violencia”.

Palabras que se columpian en el vientre, palabras que cabalgan entre los muslos erectos: de pronto es un caballo, de pronto es un poema gesticulante, un rizoma lascivo, un fuste que se blande cual bandera.
Calzado con el cuerpo de guerrero ancestral, encumbrado por las rodilleras de catcher de béisbol,  embiste  su  genitalia subversiva,  su oralidad en asalto; pulsión de combatir con los tacones en alto, con el miembro al descubierto, con el látigo en mano. Bajo el foco amarillento la figura carmesí agita los labios, bélica proclama y, sin embargo, los brazos extendidos: la palabra del otro como la propia palabra, como el cuerpo propio, como la vértiginosa disolución de las polaridades.”

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“Ritualidad política, oscilación orgánica. La mano ya no es mano, ahora juega a ser un gesto vaginal: juego de signos, transfiguración. La mariposa desencarna el pistilo de su centro, lo esconde y lo exhibe, juega a desembocar sobre sus piernas danzantes.

La propia historia es la historia de los otros. El texto de Lechedevirgen  Trimegisto atina en la palabra. Su texto en boca de Lukas se desliza como un dedo por la orilla de un vaso: acaricia y pone en tensión.
Mira de frente, llora; un recuerdo vacila, pero nace en cascada, luego empodera el culo, plétora sexual, órgano perfecto para la complicidad, preámbulo al orificio de indistinción. Signo de apertura y recibimiento, masculino y femenino, a medio cuerpo: otredad y confabulación. Entramado revolucionario, “colectivización de los fluidos reproductivos” (Preciado), de los cuerpos erectos como armas. Descentrar el sexo para sexualizar la dermis toda, desconfigurar la libido, moleculizar el deseo.”

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“Lukas Avendaño produce poemas corporales, sinapsis estética donde lo simbólico se trastoca y aparece la realidad de las apariencias, la profundidad de la carne, danza de Salomé hechizando los ojos del espectador en medio de ese espectáculo poético delirante”.

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 Contacto: avendanolukas@gmail.com